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DUBLIN (PARTE I)

"En Marzo, lluvia todos los dias".... Decían.

Apenas bajamos del avión nos dimos cuenta de dos cosas: primero que  tenían razón y segundo que no nos habíamos percatado de que en Irlanda hablan Irish. ¿Cómo olvidarse de eso?! Uno queda pasmado frente a carteles con ese idioma tan raro!



























Pero claro, también hablan inglés. Asi que nos dirijimos a la parada del Bus, muy bien señalizada en ambos idiomas. Se llama Airlink, cuesta 10 euros ida y vuelta o 6 euros sólo ida. Muy buen servicio, con wifi incluido. 






Por suerte al llegar al hotel nuestra suerte cambió. ¡El sol brillo los siguientes 5 días en Dublin!


Hotel bien ubicado en el barrio The Temple. Habitación amplia, gran punto a favor, limpia y con frigobar. Excelente trato del personal. Recomendable 100%. Tiene un restaurante y un bar donde se sirve buena comida y pintas.




¡Vaya sorpresa!


Después de acomodarnos en el hotel salimos a recorrer la ciudad... y ¡vaya sorpresa!, nada tenía que ver con lo que imaginábamos!

Caminando hacia la cárcel el barrio es prácticamente de Guinness, con sus fábricas y afines. Bastante desolado y con curiosas postales...



                                                                                        Oh, mi Dios!!!







Más allá de algunas "rarezas" uno queda encantado con los edificios de la ciudad que aún conserva buenos ejemplos de arquitectura medieval, victoriana y georgiana.



















Al llegar a la Carcel Kilmainham Gaol nos atiende Richard, nos explica como iba a ser el recorrido (que sólo se hace en inglés) y que si la menor .... o sea una beba de 20 meses, se ofuscaba deberíamos retirarnos. Aceptamos y esperamos la próxima visita mientras mirábamos el museo que se encuentra allí.




La visita es de una hora que se pasa rápidamente, Richard es el guía y, además de entenderlo muy bien, nos pareció de lo más atento y simpático. 








Ahora nos dirigimos a Guinnes Storehouse. El aroma invade las calles...






Guinness Storehouse

La visita a la fábrica Guinness en Dublin es obligatoria. 

Uno se introduce en el primer mundo apenas cruza los grandes portones. 

Gracias a la excelente organización y las audio-guías gratis en todos los idiomas uno puede disfrutar de la historia no sólo de la cerveza sino del pueblo irlandés en si. 












Y como nuestro lema es conocer el lugar a través de la vista pero también del gusto, qué mejor lugar para probar el típico plato irlandés, el Stew!? 

Una delicia que se acompaña con una buena pinta negra ... Por supuesto!








Muebles Folk


Si te gusta el diseño de lineas simples, te presentamos al estudio irlandés Superfolk que, como lo sugiere su nombre, se inspira en la cultura folk irlandesa. 







Este estudio tiene como premisa la construcción de manera económica innovando en el uso de los materiales y sus métodos de construcción.

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